martes, 17 de mayo de 2016



HABITOS DE ESTUDIO

El fracaso en el estudio, en gran parte, es debido a que nuestro hijo no sabe estudiar o no le hemos enseñado. La formación cultural de la persona sólo se consigue si los contenidos, la información y, en general, el aprendizaje se asimilan y se hacen propios. Ello será posible si el estudio se convierte en una tarea personal y se emplean unas técnicas adecuadas.
Al igual que otro tipo de trabajos, la tarea de estudiar, cuanto mejor organizada esté, menos esfuerzo exige y mayor rendimiento se obtiene. Estudiar requiere, por tanto, unas técnicas y unos hábitos que hay que aprender.

1.      ERES BUEN ESTUDIANTE

Hemos preparado un test - cuestionario con 20 preguntas. A través de las mismas podrás identificar los hábitos y métodos de estudio de tu hijo. Pídele a tu hijo que responda "sí" o "no" a cada una de las preguntas.
1. ¿Tienes un  horario y un plan de trabajo para cada día  y te ajustas a él?
2. ¿Te cuesta ponerte a estudiar?
3. ¿Terminas tus deberes y trabajos en el tiempo que te has propuesto?
4. ¿Encuentras aburrido el estudio y las clases?
5. ¿Sueles participar e intervenir frecuentemente en clase, o al menos con más frecuencia que la media?
6. ¿Intentas situarte en los primeros puestos o fila de la clase?
7. ¿Le planteas tus dudas frecuentemente a tu profesor?
8. ¿Guardas juntos los apuntes y materiales de cada asignatura?
9. ¿Sigues activamente las clases, con las guías, tomando apuntes y notas de todas o casi todas las asignaturas?
10. ¿Pasas a limpio, haces resúmenes y esquemas  de las asignaturas?
11. ¿Tienes dificultad en expresarte por escrito?
12. Si el profesor hiciera un examen imprevisto ¿lo aprobarías?
13. ¿Dejas el estudio para las últimas horas de la noche?
14. ¿Dejas  la mayor parte del repaso y estudio para los últimos días antes del examen?
15. ¿Escatimas el sueño viendo TV y te levantas por las mañanas cansado?
16. ¿Tienes unas horas determinadas para la distracción?
17. ¿Tienes un lugar limpio y ordenado para estudiar que te permita concentrarte sin distracciones e interrupciones?
18. ¿Desayunas todos los días abundantemente  antes de ir a las clases?
19. ¿Lees todas las lecturas recomendadas en las clases?
20. ¿Tienes como meta sacar notas superiores al aprobado?

Cuando termines realiza una evaluación con tu hijo, resaltando los aspectos en que debe mejorar y de qué manera puede hacerlo.


2.      CONSEJOS PARA ESTUDIAR MEJOR Y SACAR LAS MEJORES NOTAS

a.       Establecer un área de estudio
Asegúrese de que su hijo disponga de un lugar tranquilo, bien iluminado y carente de distracciones donde pueda estudiar y hacer los deberes. El lugar debe tener  todo lo que necesita y estar alejado de posibles distracciones, como la televisión, el celular y los juegos de vídeo.
Si su hijo necesita una computadora para hacer algunos trabajos, intente colocarla en un lugar de uso común, en vez de en su dormitorio, para evitar distracciones y considere también la posibilidad de utilizar controles parentales, disponibles a través de su proveedor del servicio de Internet (ISP, por sus siglas en inglés) y programas que bloquean y filtran los materiales inapropiados.
Averigüe que páginas de Internet recomiendan los Docentes de su hijo y agréguelas a la carpeta de favoritos para que pueda acceder a ellas fácilmente. Enseñe a su hijo a consultar fuentes fiables y a confirmar la información procedente de aquellas que parezcan cuestionables.

b.      El apoyo de los padres
En lo que se refiere a los deberes, esté disponible para apoyar y guiar a su hijo, responda a sus preguntas, ayúdeles a interpretar las instrucciones de los trabajos y revisarlos cuando los termine. Pero resístase a la tentación de darle las respuestas correctas a las preguntas que le formulen o de acabarle usted los trabajos.
Puede resultar difícil ver a un hijo estresado por los deberes, sobre todo cuando tenga una prueba o examen o se acerque la fecha límite de la entrega. Pero usted podrá ayudarle enseñándole las habilidades de resolución de problemas que necesita para completar sus tareas académicas y ofreciéndole apoyo y ánimo cuando se ponga a trabajar.

He aquí algunos consejos más para que a su hijo le resulte más fácil hacer los deberes:
-          Planifique las cosas con anticipación. Siéntese regularmente con su hijo para revisar las exigencias de las distintas asignaturas y asegurarse de que están equilibradas. Si su hijo tiene un volumen especialmente elevado de deberes, tal vez le interese modificar su horario para que pueda disponer de más tiempo de estudio durante la jornada o bien limitar sus actividades extraacadémicas.
-          Establezca una rutina de trabajo. Transmita a su hijo el mensaje de que los trabajos escolares son una prioridad principal y establezca una serie de reglas básicas, como fijar un lugar y un tiempo cada día para hacer los deberes. Y deje claro que no habrá televisión, celular, internet, juegos, etc., hasta que acabe los deberes y usted se los revise.
-          Inculque habilidades organizativas a su hijo. No hay nadie que nazca con grandes habilidades organizativas, este tipo de habilidades se van aprendiendo y practicando con el paso del tiempo. Facilite a su hijo un calendario o planificador personal para ayudarle a organizarse el tiempo.
-          Aplique los temas escolares al "mundo real". Hable a su hijo sobre cómo lo que aprenden se puede aplicar fuera de clase; por ejemplo, lo importante que es cumplir los plazos de entrega (algo que también le ocurrirá en el trabajo cuando sea mayor) o cómo los temas que tratan en la clase de historia se relacionan con lo que ocurre en las noticias actuales.

c.       Para estudiar un tema o asignatura relaciónalo con la palabra PULSERA así: el tema lo hacemos a través del método pulsera:
-          Pre-lectura
-          Urgente: explorar de qué va el tema.
-          Lectura detenida: lectura atenta y comprensión de cada apartado.
-          Subrayado: entresacar las palabras-claves, ideas y datos más importantes.
-          Esquema: síntesis que resume de forma clara, organizada y estructurada del tema, en forma de “fotografía”.
-          Resumen: reelaborar con las propias palabras el tema, sin que falten las ideas principales.
-          Autocontrol: ser capaces autorregular nuestro propio aprendizaje.

3.      PROBLEMAS CON LOS DEBERES

Especialmente en los cursos superiores, los deberes aumentan de volumen y de nivel de exigencia y es posible que planteen retos importantes a su hijo. Las siguientes estrategias pueden ayudarles a los dos:
Esté disponible. No necesita estar encima de su hijo a la hora de los deberes, pero esté cerca de él por si le necesitara. Si su hijo parece realmente agotado tras intentar resolver unos problemas de geometría durante varias horas, sugiérale que se tome un descanso. Es posible que lo único que necesite sea desconectarse un rato para tener la mente despejada pero, cuando llegue la hora de retomar los deberes, indíqueselo y pregúntele cómo puede ayudarle.
Esté en contacto con el Colegio. Mantenga el contacto con los Docentes, Directivas y Orientadores, para que le informen sobre sus progresos o dificultades que presenta su hijo. Recuerde que el último miércoles de cada mes los docentes estarán dispuestos a escucharlo y aclarar sus dudas.
No se olvide de las técnicas de estudio. Ayude a su hijo a desarrollar unos buenos hábitos de estudio, tanto en lo referente a las clases como a los deberes. Nadie nace sabiendo estudiar y a menudo las técnicas de estudio no se trabajan lo suficiente en las clases. Cuando ayude a su hijo a preparase para un examen, por ejemplo, sugiérale estrategias como utilizar tarjetas nemotécnicas para memorizar datos, tomar apuntes, hacer resúmenes y subrayar lo más importante mientras lee.
Anime a su hijo a pedir ayuda. La mayoría de Docentes puede ofrecer una ayuda adicional antes o después de las clases y también le pueden recomendar otros recursos para ayudar a su hijo. Anime a su hijo a pedir ayuda cuando la necesite, pero recuerde que en el colegio se recompensa a los estudiantes por saber las respuestas correctas, y a nadie le gusta reconocer que no las sabe. Elogie el esfuerzo de su hijo. No espere a recibir el reporte de las notas para enterarse que su hijo tiene problemas académicos. Cuánto antes intervenga, antes podrá ayudar a su hijo a retomar el buen camino.





4.      APRENDER PARA LA VIDA

Asegúrese de que su hijo sabe que usted está disponible en caso de que surja algún problema, pero que es importante que trabaje de forma independiente. Fomente el esfuerzo y la determinación, no solo las buenas notas. Hacer esto es decisivo para motivar a los niños a rendir en los estudios y a tener éxito en la vida.
Con un poco de apoyo procedente de los padres, los deberes pueden ser una experiencia positiva para un adolescente y favorecer habilidades que duran toda la vida y que necesitará para tener éxito en los estudios y en muchas otras facetas de la vida.


Una vez realizada la lectura analice con su hijo(a) que fortalezas y que oportunidades tienen para mejorar sus hábitos de estudio y por ende su rendimiento académico.

Se sugiere tener en cuenta estos trabajos para la reunión de padres.


lunes, 16 de mayo de 2016

 GUIA PARA MANEJO, DISTRIBUCIÓN Y CONSUMO DE REFRIGERIO ESCOLAR

OBJETIVO
Contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de los estudiantes, mediante  la implementación de  pautas de manejo y consumo adecuado del refrigerio, que favorezcan la adquisición de hábitos saludables,  promuevan una sana alimentación y reduzcan la aparición de enfermedades transmitibles por los alimentos (ETAS)

INTRODUCCIÓN
El cambio en el estilo de vida de las familias y las cambiantes condiciones sociales ha hecho que los niños y adolescentes pasen la mayor parte del tiempo en las instituciones escolares, y por esta razón una de las comidas para los estudiantes que ha cobrado gran  importancia es el refrigerio escolar. En este sentido, es importante considerar el momento del consumo del refrigerio, no solo como un espacio para la alimentación, sino como una oportunidad pedagógica, para la adquisición y desarrollo de conocimientos y hábitos con relación al cuidado de la salud y la nutrición adecuada en los estudiantes.  Para la FAO, la educación nutricional, está relacionada con  actividades de aprendizaje cuyo objetivo es facilitar la adquisición de manera voluntaria de  comportamientos alimentarios u otros relacionados con la nutrición, que fomentan la salud y el bienestar de las personas.

Es importante destacar que la promoción de hábitos de alimentación saludable  en los estudiantes,  redunda en mejores prácticas y condiciones nutricionales de los mismos y por ende en su desarrollo físico y mental.

RECOMENDACIONES GENERALES
Es necesario contar con un lugar y horario específico para que los estudiantes reciban  y consuman  los alimentos contenidos en el refrigerio escolar.

El espacio establecido para el almacenamiento del refrigerio escolar (previo a su distribución), requiere permanecer en condiciones de aseo, orden y limpieza adecuadas. De este modo, se evita la proliferación de plagas, basuras  o elementos que en general puedan deteriorar los alimentos y causar enfermedades a sus consumidores.

Las personas responsables de la distribución de los refrigerios, al interior de la institución educativa, deben:

ü Mantener condiciones de higiene personal adecuadas.
ü Lavarse las manos previamente.
ü Utilizar tapabocas y guantes para la manipulación de los alimentos.
ü Evitar manipular los alimentos, en caso de padecer alguna enfermedad  infecciosa o herida abierta.
ü Mantener cabello recogido, uñas limpias y cortas.
ü Evitar masticar chicles, manejar dinero, manipularse la nariz o peinarse en tanto cumple la tarea de conteo y distribución del alimento.
ü Evitar  toser o estornudar sobre los alimentos.
ü Evitar el uso de anillos, piercings, pulseras u otros elementos que puedan caer sobre las canastas y/o alimentos.
ü Ubicar las canastas sobre una estiba o mesón, nunca sobre el piso directamente.
ü No pisar la estiba dispuesta para ubicar las canastas, ésta área debe permanecer limpia.
ü Verificar fechas de vencimiento en los empaques de los refrigerios.
ü En caso de derrames informe al personal de servicios generales.
ü Manipule los alimentos con cuidado, de manera que no se estropeen  frutas o rompan empaques.
 


OTRAS RECOMENDACIONES
ESTUDIANTES
Antes
-          Lavarse las manos antes consumir el refrigerio.
-          Ubicarse en el lugar establecido para el consumo del refrigerio.
Durante
-          Evitar realizar actividades  físicas como correr o saltar.
-          Consumir el refrigerio adecuadamente, evitando derrames y desperdicios.
-          Consumir el refrigerio en su totalidad.
Después
-          Lavarse las manos al finalizar.
-          Separar la basura en orgánica e inorgánica, depositando los residuos en las canecas correspondientes.
-          Retorne las canastas al lugar dispuesto para almacenamiento de las mismas.
-          Deposite el material reciclable en los contenedores dispuestos para ello.
DOCENTES
-     Deben hacer énfasis en la importancia del refrigerio, para el buen crecimiento y desarrollo de los estudiantes.
-     Promover hábitos de alimentación saludable.
-     Señalar la importancia de evitar largos periodos de ayuno, durante la  estancia de los estudiantes en la institución
-     Supervisar el momento de consumos del  refrigerio de sus estudiantes.
-     Favorecer el consumo de los alimentos, en un ambiente agradable.
-     Respetar horarios y organización del refrigerio.
-     Motivar a los estudiantes para que consuman el refrigerio y no lo guarden o desperdicien
PADRES DE FAMILIA
Participar en los espacios institucionales que dispongan, para la veeduría y supervisión del  refrigerio.
Promover  en sus hijos buenos hábitos de alimentación y convivencia.
Fomentar en casa, el consumo de frutas y alimentos incluidos en el  menú del refrigerio.
Enseñar desde casa, la disposición adecuada de residuos, educando en responsabilidad  social y ecológica.

REFERENCIAS
Grupo De Educación Nutricional Y De Sensibilización Del Consumidor - FAO.(2011).  La importancia de la educación nutricional. En: http://www.fao.org/ag/humannutrition/31779-02a54ce633a9507824a8e1165d4ae1d92.pdf. Roma.

Restrepo, M. (2003). La alimentación y la nutrición del escolar En: http://tesis.udea.edu.co/dspace/bitstream/10495/165/1/AlimentacionNutricionEscolar.pdf. Medellín.
PAUTAS DE CRIANZA 1

“Hijo es un ser que Dios nos prestó para hacer un curso intensivo de cómo amar a alguien más que a nosotros mismos, de cómo cambiar nuestros peores defectos para darles los mejores ejemplos y, de nosotros, aprender a tener coraje.
- Sí. ¡Eso es!
Ser madre o padre es el mayor acto de coraje que alguien pueda tener, porque es exponerse a todo tipo de dolor, principalmente de la incertidumbre de estar actuando correctamente y del miedo a perder algo tan amado.
- ¿Perder? ¿Cómo? ¿No es nuestro?
Fue apenas un préstamo… el más preciado y maravilloso préstamo, ya que son nuestros sólo mientras no pueden valerse por sí mismos, luego le pertenecen a la vida, al destino y a sus propias familias. Dios bendiga siempre a nuestros hijos pues a nosotros ya nos bendijo con ellos”.
José Saramago

Cuando hablamos de las prácticas de crianza, hacemos referencia a las habilidades cotidianas que emplean los adultos (padres, madres, abuelos, tíos) en su tarea como cuidadores de los niños o adolescentes, con la finalidad de educar y orientar a los hijos, encausando  su comportamiento,  por lo que se relacionan con aspectos tales como la disciplina, las normas, los limites, la comunicación y la expresión de afecto.  

Las prácticas de crianza difieren de unos padres a otros y sus efectos en los hijos también son diferentes pues están determinadas por las características particulares de cada familia y los lazos interactivos que se dan en ella. La forma en la que cada familia educa a sus  hijos  está ligada a aspectos muy diversos: creencias; vivencia particular de su propia crianza; grado de bienestar ligado a la salud; nivel socioeconómico; habilidades personales de afrontamiento de los problemas; contar con una red de apoyo social, etc.

Podemos afirmar que las prácticas de crianza son acciones concretas que los adultos (padres de familia y cuidadores) llevan a cabo con el propósito de orientar la educación de sus hijos buscando su desarrollo, supervivencia e integración emocional, mental, física y espiritual.

Con frecuencia, los padres y las madres asumen estilos que reproducen patrones inadecuados que ellos mismos vivieron cuando eran niños, por tanto es necesario reflexionar sobre las consecuencias que pueden obtener a futuro al replicar estas acciones.

ESTILOS DE CRIANZA1
Estilo de crianza autoritario
Las cosas se hacen así porque lo digo yo”
“Hasta que vivas en mi casa, se hace lo que yo digo”
·   Para estos padres, la obediencia absoluta y sin cuestionamientos de sus hijos e hijas es sinónimo de buen comportamiento.
·   Se espera que el niño o la niña acate órdenes.
·   El diálogo es inexistente.
·   Genera en los niños y las niñas sentimientos de impotencia y rabia, ya que no pueden defenderse u opinar sobre cuestiones que les afectan. Este estilo conlleva que los niños y las niñas opten por la sumisión y la falta de implicación respecto a lo que ocurre a su alrededor (no actuar en caso de presenciar una injusticia, por ejemplo), o por el contrario, muestren una conducta rebelde y huidiza.
·  Los padres manifiestan un alto nivel de control y de exigencia, pero un bajo nivel de comunicación y afecto explícito.
·  Predominan abundantes normas y la exigencia de una obediencia bastante estricta.
·  Los padres buscan influir, controlar, evaluar el comportamiento de los hijos de acuerdo con patrones rígidos preestablecidos.
Estilo de crianza permisivo
“Déjale, tampoco es para tanto”.
·  Se caracteriza por un comportamiento exento de límites y normas, o éstas no son consistentes.
·  se atribuye a los demás el mal comportamiento de sus hijos e hijas.
·  Ceden a sus deseos para evitar que tengan que batallar con la frustración que provoca una negativa.
·   Los padres y las madres permisivos son afectuosos, pero no plantean límites cuando el niño o la niña manifiesta una conducta inapropiada.
·  Crea en los hijos una imagen distorsionada de cómo funciona el mundo que le rodea y le aleja de valores necesarios para convivir en una sociedad justa.
·  Los hijos pueden llegar a ser personas exigentes con los demás, pero no cuestionar su propia conducta y actitudes por la falta de límites en su crianza.
·  Suelen ser niños y niñas con baja tolerancia a la frustración, lo que provoca un sufrimiento emocional muy intenso cuando no consiguen lo que desean o se proponen.
·  Los padres tienen  un nivel bajo de control y exigencia, pero un nivel alto de comunicación y afecto.
·  Manifiestan una actitud positiva hacia el comportamiento del niño (sea cual sea), aceptan sus conductas y usan poco el castigo.
·  Con frecuencia se consulta a los hijos sobre las decisiones; no se exige responsabilidades, ni orden.
Estilo de crianza sobreprotector
“Este/a niño/a no puede hacer nada solo/a, siempre hay que decirle lo que tiene que hacer”.
·  Suele ser ejercido por padres y madres excesivamente vigilantes, inseguros y temerosos.
·  Intervienen precipitadamente para evitar cualquier obstáculo que pueda hacer errar o fallar a sus hijos e hijas.
·  Los padres y madres hacen las cosas por ellos y toman todas las decisiones en su lugar.
·  Este estilo de crianza transmite a los niños y las niñas que el mundo es un lugar amenazante y que por sí mismos no serán capaces de superar las dificultades.
·  A futuro los hijos e hijas pueden presentar muchas dificultades para resolver problemas por sí mismos.
·  Ante las situaciones nuevas o retos, los hijos presentan gran ansiedad porque no se sienten preparados para enfrentarse a ellos, lo cual daña seriamente su autoestima a largo plazo.
·   Los hijos no conocen sus fortalezas y límites.
·  Se genera una dependencia excesiva, hacia los padres, lo cual es muy perjudicial para el desarrollo de la autonomía de los hijos.
Estilo de crianza negligente
“Puede cuidarse solo, desde muy pequeñito siempre ha sido muy responsable”.
·  Este tipo de crianza se asocia a la ausencia de límites, de afecto y comunicación por parte de los padres y las madres hacia los hijos e hijas.
·  Los cuidadores no pueden o no cuentan con capacidades parentales para guiar o atender las necesidades del niño o la niña.
·  Son padres y madres ausentes, que no muestran compromiso hacia la crianza de sus hijos e hijas.
·  El niño o la niña pueden estar expuestos a situaciones peligrosas porque no cuentan con la supervisión o el apoyo necesario de su padre o madre.
·  Son niños y niñas que presentan problemas de autorregulación emocional (altos niveles de intolerancia a la frustración, por ejemplo) y de autocontrol (dificultades para dominar su impulsividad, conducta disruptiva, etc.).
·  Este estilo de crianza genera implicaciones muy negativas para el desarrollo social de los hijos, sobre todo a la hora de seguir normas en la escuela y en la relación con otros.
·  Los padres no son receptivos, ni exigentes, parecen indiferentes ante sus hijos. No hay normas que cumplir, tampoco hay afecto que compartir; hay indiferencia respecto de las conductas de los hijos minimizando sus dificultades o problemas.
Estilo de crianza democrático
“Escuchar, dialogar y orientar”.
·  Los cuidadores que aplican este estilo estimulan la autonomía de sus hijos.
·  Los padres ayudan a sus hijos a reflexionar sobre las consecuencias de su comportamiento, favoreciendo su capacidad de autorregulación.
·  Ofrecen pautas y límites razonables, claros y son sensibles a los sentimientos de sus hijos e hijas.
·  Los padres  orientan su comportamiento mediante el uso del refuerzo positivo y les ofrecen la opción de reparar los errores, en lugar de concentrarse en la mala conducta.

¿SABÍAS QUE… cualquiera de los estilos de crianza que se sitúan en los extremos de los siguientes parámetros: flexibilidad (autoritario vs. permisivo) y protección (sobreprotector vs. negligente), impiden el desarrollo adecuado de los niños, niñas y adolescentes?


Para que tengan efecto, las normas deben ser:
Claras: Se debe usar un lenguaje sencillo para que se entiendan correctamente.

Consistentes: Deben ser estables, respetadas por todos los miembros de la familia. Cambiarlas cuando al adulto no le venga bien cumplirlas, hará que el niño o adolescente no las tome en serio.

Justificadas: Deben ir asociadas a una explicación sencilla del por qué su utilidad. Esto ayuda a interiorizar su importancia.

Asociadas a sanciones o consecuencias coherentes y contingentes: Las sanciones deben ir encaminadas a reparar el “perjuicio” causado. Cuando se quebrante alguna norma, la sanción acordada debe producirse lo antes posible. Si las normas se infringen y no existen consecuencias de ningún tipo o se aplican mucho después, la sanción pierde su valor educativo.

Sin duda, la familia es el  primer grupo social al que pertenece el niño, en el que aprende a convivir, por ésta razón es importante el establecimiento de normas y límites en su interior, como un factor  de protección para reducir la probabilidad de aparición de conductas de riesgo, tanto en la infancia como en la adolescencia.

En éste sentido, el papel de los padres y madres, desde los primeros años de vida de su hijo, se debe centrar en establecer y aplicar unas normas claras, pertinentes y razonables, acordes a la edad del mismo, dejando espacio para la libertad y la capacidad para toma de decisiones de manera responsable. El establecer normas y límites claros en los primeros años de vida, ayuda a mejorar la convivencia familiar, siempre y cuando se haga con tolerancia y respeto a la diferencia.




ALGUNAS SUGERENCIAS PARA CONSIDERAR…
El niño y la niña de 3 a 6 años
·         Estimule el diálogo y responda a sus múltiples preguntas, con paciencia y honestidad es fundamental para el desarrollo del lenguaje y su curiosidad.
·         Ofrezca seguridad y consuelo, nunca minimice o se burle de sus miedos.
·         Permita  que colabore en las tareas domésticas. Recoja sus juguetes o elementos personales.
·         Enseñe que sus deseos no siempre serán satisfechos o que, en ocasiones deben aprender a postergarlos.
·         Aprenda a decir  “NO”, esto ayudará al niño y la niña a autorregularse  y a entender que lo que desean no siempre les beneficia o que  puede ser injusto o perjudicial para otros. No ceda ante las pataletas o rabietas.
·         Establezca normas claras de manera firme, además de horarios y rutinas diarias. Cumpla lo que promete, bien sea una sanción o un reconocimiento.
·         A partir de los 3 años, llega el momento de "introducir normas de convivencia en casa" y explicar a los hijos los motivos de estas normas. Los hijos deben saber que no siempre conseguirán todo lo que quieran. El autocontrol y la protección son dos enseñanzas básicas que deben transmitirles los padres.
·         Corrija, sin hacer uso de la manipulación  o la privación del afecto, evite el uso de frases como: “ya no te quiero; ya no te amo”
El niño y la niña de 6 a 10 años
·         Fomente el diálogo con los niños y las niñas para que hablen de lo que les preocupa.
·         Evite las etiquetas o rótulos, pues provocan que el niño y la niña desarrollen un auto-concepto negativo de sí mismo, y no se vean como una persona valiosa o digna de ser querida.
·         Evite hacer comparaciones con otros niños y usar etiquetas despectivas, porque dañan seriamente su autoestima y les apartan de sus metas.
·         Al asignar una tarea o responsabilidad, supervise su ejecución. Realice seguimiento.
·         Al identificar una dificultad escolar (desempeño académico o comportamiento inadecuado), se debe explorar con detenimiento sus causas y abordar el problema con respeto y máxima diligencia.
·         Reconozca los logros o avances en sus hijos y estimule la mejora ante los errores o fallas.
·         Al dar una instrucción, verifique que la información sea comprendida con claridad.
·         Ante el incumplimiento de las normas implemente sanciones. No busque culpables para justificar un mal comportamiento de su hijo o hija.
·         No se desautorice, entre los padres, o entre padres y docentes.
·         Las sanciones deben comunicarse de antemano, para que los niños las conozcan, deben ser proporcionada y  aplicarse cuando se requiera con una actitud tranquila y firme.
·         Critique el comportamiento no el niño. Cuando su niño cometa un error no le diga "fuiste malo". En cambio, explíquele al niño lo que hizo mal. Por ejemplo dígale: "Cruzar la calle corriendo y sin mirar no es seguro". Luego dígale al niño lo que debe hacer en vez de eso: "Primero mira a ambos lados para ver si vienen carros". Sea consistente.
·         Sea un modelo, dé ejemplo al relacionarse de manera respetuosa y responsable con los demás.
La pre adolescencia y la adolescencia
·         En esta etapa se consolida la identidad y la personalidad a través de las experiencias, los sentimientos, el auto-concepto y las expectativas, por esta razón, cambian los gustos, la manera de comportarse e incluso la apariencia de los chicos y chicas.
·         Lo natural es que los hijos en estas etapas cuestionen las decisiones de sus padres, pidan explicaciones o manifiesten una necesidad de privacidad que antes no existía; prefiriendo pasar más tiempo con sus amigos, sin que ello implique que el afecto y apoyo de su familia sea innecesario.
·         En esta etapa, las normas deben ser siempre establecidas en consenso con los adolescentes, ya éstas se incorporan sólo por cooperación, no tanto por la imposición.
·         Tenga en cuenta sus opiniones, escúchelos  atentamente y con respeto.
·         Establezca obligaciones y deberes para los adolescentes al interior del hogar.
·         Regule el uso del internet, el celular etc. Evite el  uso del computador dentro de las habitaciones o en horarios que interrumpan el tiempo de descanso o alimentación.
·         Vigile y mantenga control sobre el tiempo  y uso del internet, verifique las  páginas de internet  que visitan sus hijos.
·         Conozca las redes sociales que frecuentan sus hijos, qué contactos tienen y cuáles son las conversaciones y transacciones que realizan en ellas.
·         Converse con sus hijos acerca de los riesgos y cuidados que deben tener con la información, fotos o videos que publican.
·         Ante el incumplimiento de una norma, sancionen en privado al chico o a la chica,  con la sanción acordada previamente. Al corregir a su hijo o hija  adolescente, no lo ridiculice, no lo compare.
·         Pregunte ¿Con quién va a estar? ¿Dónde? ¿Cuándo? .Interésese por las actividades que realiza su hijo. Pídale que se comunique con usted regularmente para saber dónde está.
·         Conozca a los amigos de sus hijos.
·         Es necesario ser un modelo de comportamiento positivo para sus hijos.
·         NO quiera convertirse en un “amigo” de sus hijos, en ésta etapa ellos ya tienen muchos amigos, lo que necesitan es una figura de afecto y autoridad, que confíe en ellos, pero al mismo tiempo les exija y se preocupe por ellos.
·         Hábleles abiertamente de temas importantes y difíciles (sexo, drogas, pandillas)

RECORDEMOS  que en todas las etapas del desarrollo de sus  hijos:

A.    Los espacios de encuentro familiar, las actividades recreativas, ver la televisión, tener horarios para comer juntos y apoyar en las labores académicas a los hijos(as), proporcionan mayor unión al interior de la familia.
B.    Crear un vínculo entre padres e hijos favorece el equilibrio emocional y una relación más sana.
C.    Se requiere que entre los padres o personas encargadas del cuidado de los niños, niñas y adolescentes haya una concertación de las reglas, normas, límites y las sanciones, con el fin de no desautorizarse en presencia de ellos(as)
D.    Es necesario, por parte de los padres, el uso de palabras de cariño, motivación y manifestaciones de afecto como abrazos y caricias, como una forma de expresar a los hijos lo importantes que son para ellos.
E.    Las  reglas no tienen que ser iguales a las que otros padres tienen, pero si tienen que ser claras y consistentes, es decir que sean las mismas todo el tiempo.



Referencias: